El Gobierno de México, bajo el liderazgo del presidente Andrés Manuel López Obrador, ha tomado una decisión histórica al nacionalizar la Exportadora de Sal S.A. (ESSA), uno de los mayores productores de sal de América Latina. Esta nacionalización se logró mediante la adquisición del 49% de las acciones de ESSA a la empresa Mitsubishi por un valor de 1,500 millones de pesos, unos 87.6 millones de dólares.
La medida busca asegurar los recursos nacionales del país, tal y como se enfatizó en el comunicado del sábado 24 de febrero emitido por la Secretaría de Economía. Esta adquisición es parte de una estrategia para fortalecer la economía y garantizar la estabilidad laboral de los trabajadores de ESSA, así como asegurar los derechos de la comunidad de Guerrero Negro, Baja California Sur, donde se encuentra la sede de la empresa.
Raquel Buenrostro, secretaria de Economía, ha destacado la importancia de la sal como insumo clave en diversas industrias, como la farmacéutica, textil, química, petroquímica y la construcción. Además, afirmó que la propiedad estatal de ESSA permitirá un manejo honesto y responsable de la empresa para impulsar el crecimiento económico sostenible y equitativo en la región.